Guanajuato está listo para recibir a más de 3 mil 700 artistas y 400 mil visitantes a la Fiesta del espíritu, cuya edición 42 arrancará esta noche.
El esplendor sonoro de Japón, el país invitado de honor, dará el toque de inicio en la Alhóndiga de Granaditas con la monumental vibración de los taiko, los tambores ceremoniales Tokyo Dageki Dan.
Será el primero de 22 títulos de la muestra nipona que trae a México danza butoh con figuras como Akira Kasai, o los centenarios títeres de Hachioji Hurama Ningyo, fundada en 1872. El estado invitado, Nuevo León, tendrá como uno de sus platos fuertes el concierto de El gran silencio en el mismo espacio abierto donde será la clausura, a cargo de Rubén Blades.
Todavía se encuentran algunas habitaciones disponibles, pero hay que darse prisa si se quiere asistir a algunas de las 685 actividades artísticas que 40 países llevarán a Cuévano y sus alrededores.
"Son 22 por ciento más que las realizadas en 2013", subraya Jorge Volpi, director artístico del Festival Internacional Cervantino desde su edición pasada. Sólo 12 espectáculos llegarán al DF a partir del 14 de octubre.
El programa está entramado a partir de dos tópicos; Shakespeare 450, en el aniversario natal del dramaturgo inglés, y Frontera(s). "Desde el año pasado estamos eligiendo un eje temático cultural, cercano a efemérides, y otro que permita reflexionar sobre situaciones como la pobreza y realidad mexicana", explica el funcionario.
FIESTA SHAKESPEARIANA
México ha tenido que esperar cuatro siglos para ver la obra más política del genio de Stratford-upon-Avon: Coriolano, una de sus últimas piezas, aparecida en torno a 1607. Será una adaptación del director escénico David Olguín –el original duraría siete horas- con la traducción de Otto Minera, a cargo de la Compañía Nacional de Teatro del INBA.
Es una de las más de 30 actividades programadas para celebrar el nacimiento de Shakespeare. Entre las de mayor expectativa están Julio César. Fragmentos -adaptación de la compañía teatral italiana Socìetas Rafaello Sanzio, bajo la dirección de su fundador, Romeo Castellucci-, y Mucho ruido y pocas nueces, versión de la francesa Compagnie Hypermobile, que exalta el lado oscuro de la comedia con una "mágica" escenografía.
Puestas en escena con acento musical son Hamlet, con la interpretación en vivo de The Tiger Lillies; el montaje mexicano de Sueño de una noche de verano, a cargo de La Máquina de Teatro y la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y, por supuesto, la "semi-ópera" The Fairy Queen, de Henry Purcell, con el prestigiado ensamble New London Consort.
NUEVA VOCACIÓN
La directriz de Jorge Volpi se encamina a reforzar el perfil social del encuentro.
Bajo el rubro Cervantino para todos, el FIC ha creado diversos proyectos que refuerzan su labor social y académica. "Nos interesa que las personas que no tienen posibilidades de tener acceso a estas manifestaciones del arte puedan tenerlo", señala Volpi. Este sentido, añade, se articula el otro hilo conductor de la programación: Frontera(s). Se trata de una programación reflexiva, advierte. "Era natural abordar el tema de las fronteras, que son una problemática constante en nuestro país, pero también entre épocas, disciplinas y culturas".
El concepto curatorial se despliega en propuestas como la ópera Paso del norte, del mexicano Víctor Rasgado, que está basada en la tragedia de un grupo de migrantes que quedaron atrapados en un vagón de carga; o Artículo 13, que arroja un reflector sobre dicho apartado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el cual establece el derecho a la libre circulación de las personas. Esta colaboración franco-mexicana se plantea como el montaje técnicamente más ambicioso del festival, al involucrar como elemento escénico principal un sol que se formará con 12 mil fuentes de fuego.
Bajo la temática fronteriza se dio también el segundo encargo del proyecto operístico OM21, con el que el FIC busca impulsar la producción nacional: Viaje, obra de Javier Torres Maldonado y Cristina Rivera Garza cuyo libreto coloca a Juan Rulfo como protagonista, es la obra comisionada. Pero no es el único encargo; la producción propia es otra de las apuestas del festival, con nueve obras para este año.