Héctor Bonilla encabeza el elenco de La fierecilla tomada, obra que se estrena el 8 de agosto en el Teatro San Rafael.
El teatro musical...
"Es una pasión. Un actor es mejor mientras más géneros toque, más diferentes sean sus personajes entre sí. Es casi una obligación y poder viajar de una tragedia griega a una comedia musical, o hacer el cabaret con Las Reinas Chulas, pues es un inmenso placer".
Su personaje en La fierecilla tomada...
"Es un homenaje guiñando un ojo. Hablamos de las versiones mexicanas de obras de Broadway, no necesariamente exitosas, y al mismo tiempo el refugio en esta evasión de la realidad que puede ser la comedia musical. Es un ser acosado por la homofobia que se recluye en su departamento para escaparse de la realidad con sus LP's".
¿Cómo aborda los personajes que interpreta?
"Lo he dicho siempre, un personaje es sus contradicciones, y eso es lo que hay que resaltar, aunque haya producciones en las que
son o buenos, buenos, o malos, malos".
