Marginal, contestatario, de bajo presupuesto y altas dosis de humor ácido, Nick Zedd (Maryland, 1958) posee un tipo de visión capaz de publicar una fotonovela en la que aparecen juntos Blondie, Andy Warhol y Joey Ramone. Figura emblemática del afterpunk neoyorquino de los años ochenta, este artista muestra por primera vez en México una retrospectiva que abarca tres décadas de su trabajo.
Con epicentro en Londres y Nueva York, el movimiento afterpunk que dio continuidad a la ruptura punk de fines de los setenta, permeó en una multiplicidad de disciplinas artísticas en las que Zedd desplegó su particular mirada, que puede apreciarse a partir de hoy en el Museo del Chopo.
La muestra El arte underground de Nick Zedd está integrada por fanzines, revistas de cine de terror, cómics, textos y pinturas, así como películas de culto que forman parte del archivo personal del cineasta, radicado en México desde hace dos años.
"Como uno de los fundadores del cine de la transgresión, busco provocar el shock del espectador en cada uno de mis filmes. Y la gente entra en shock cuando se perturba. Mis películas son efectivas porque hay una invasión del sistema nervioso", dice Zedd en entrevista.
"Mi trabajo es una respuesta a la precariedad económica, porque todo puede hacerse sin patrocinios, sin grandes recursos; lo importante es hacer fluir las ideas".