Crear la taza perfecta es el fin de todo buen barista; el de Centro Café, brindar un espacio para que los comensales la disfruten y comprendan en cada sorbo lo que quiso expresar.
Este lugar recién inaugurado en la colonia Nápoles (Galveston 21) está diseñado para vivir una experiencia distinta en cada taza, conocer los distintos métodos de extracción o simplemente tomar un buen aromático acompañado de una sencilla, pero interesante carta de alimentos.
Cuentan con cafés de tres autores mexicanos y un italiano, y cada mes tendrán a un barista invitado para que muestre su ideal de la taza perfecta.
La experiencia resulta muy lúdica. Al comensal se le entrega una ficha técnica del café que va a beber. En la hoja se muestran las características del grano, procedencia, nombre del creador y el método de extracción que recomienda. Además, incluye una gráfica organoléptica con las más de 50 notas que se pueden percibir en la bebida, desde los sabores primarios hasta los terciarios, aquellos que quedan en el retrogusto.
Se recomienda probar el mismo café elaborado con distintos métodos, para apreciar cómo resaltan distintas notas y los cambios en cuerpo, textura y acidez. Cada bebida es servida con un amenitie, un complemento que marida con el café y con un poco de agua mineral para limpiar el paladar.
Centro Café fue creado por Luis Carlos Fernández, quien cuenta con 20 años de trabajar en la industria del café y busca crear un foro abierto e incluyente y mostrar fielmente lo que se planteó el autor como su idea del mejor café del mundo.
"El barista decide a qué debe saber su café y se involucra desde el principio. Se mete a la tierra, va con los productores, ve qué características tiene la tierra para ver si brindará la dulzura o acidez que quiere. Decide cómo tostarlo y después presenta su taza", explica Luis Carlos Fernández.
"Enaltece sus cualidades y le explica al cliente qué experiencia gustativa va a tener a través de la ficha. Al momento de tomar su taza va a percibir lo que esa persona quiso transmitir".
Ariadna Chaparro, una de las baristas del lugar, decidió crear su taza perfecta con café de Veracruz, por ser una de las zonas cafetaleras más constantes en cuanto a clima.
"Este café crece alrededor de árboles de manzana, se beneficia de esos sabores, los absorbe, por eso tiende a ser frutal; el clima tropical hace que sea menos agresivo. Tiene un proceso de lavado, lo meten a tanques de agua por días y luego pasa por un proceso de fermentación seca en camas africanas, donde reposa por días", explica Chaparro, quien recomienda tomar su café en Dripper, Kalita o Aeropress.
"Cada método de extracción ayuda a resaltar las notas particulares de cada uno de los cafés. Si quiero que sea balanceado a notas de durazno, chabacano o piloncillo, la Kalita, al tener sólo un punto de caída, va a ayudar a resaltar la dulzura", explica.
Ariadna Chaparro platica que cada método tiene una receta precisa. Los tiempos de infusión y la cantidad de agua vertida va a depender del tipo de café, el tueste y la molienda.