Trópicos

Vivimos en un mundo en problemas

Los países que más gasto militar realizaron en este 2025 fueron Estados Unidos, Rusia, China, India y Corea del Sur. Justamente, Rusia emprendió una guerra de larga duración contra Ucrania.

Conforme se acerca el fin del 2025, podemos confirmar la configuración y coexistencia de varios tipos de guerra que plantan cara a un futuro inestable, inesperado y caótico.

El mundo cohabita con conflictos armados regionales, comerciales con alcance global e ideológicos que fomentan la división entre las sociedades, la cual está incrementando la confrontación entre unos y otros, incluso con actos violentos, además de discursos de odio que se potencian en redes sociales.

Quienes nos están llevando a este caos global son los líderes del mundo y sus decisiones. Y a ellos me refiero, a quienes controlan los diversos poderes, capaces de penetrar las estructuras políticas, económicas y militares, las cuales tienen la influencia suficiente para alterarlas y manipularlas hacia intereses, la mayoría de las veces de particulares o de grupos compactos.

Existen líderes globales que desde los más altos niveles de gobierno controlan y ejecutan acciones que están cambiando el rumbo de la historia, en la actualidad hacia un mundo en conflicto. Pero también los hay empresarios que están acumulando gran influencia, sobre todo aquellos que se están diversificando en áreas tecnológicas, que van desde los poderosos chips de inteligencia artificial o cuántica, las criptomonedas o bien los nuevos sistemas de armas de destrucción masiva. Últimamente se comienzan a sofisticar los drones, aparatos inteligentes y eficaces que se vuelven letales contra cualquier interés a gran escala.

Por un lado, vivimos una traumática guerra que ha puesto a los palestinos al borde de la desaparición en la Franja de Gaza, mientras quienes han logrado sobrevivir lo hacen en condiciones infrahumanas. “Líderes” se han encargado de llevar esta historia a los hechos más vergonzosos del trascender del ser humano.

Se trata de grupos de poder financiados a su vez por otros grandes intereses, por un lado el grupo terrorista Hamás, cobardes que usan a los mismos palestinos como escudos humanos, financiados u hospedados por otras naciones como Irán y Qatar, quienes supieron desatar la furia irracional de otro grupo de poder antagónico, el gobierno de Israel a manos de un extremista a cargo de Benjamín Netanyahu, quien, después del secuestro y asesinato de decenas de israelíes el 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás, se lanzó a un exterminio sin reflexionar que sus decisiones, al igual que las de los terroristas, involucraban la muerte de miles de civiles.

Netanyahu cargará, inevitablemente, con la espada de la condena que le espera el destino.

Los países que más gasto militar realizaron en este 2025 fueron Estados Unidos, Rusia, China, India y Corea del Sur. Justamente, Rusia emprendió una guerra de larga duración contra Ucrania. Una invasión que lleva más de 3 años y medio y que no existe una posibilidad real de alcanzar la paz en el corto plazo. Esa zona de confort que demuestra el presidente ruso Vladímir Putin de seguir atacando Ucrania demuestra el estado en el que se encuentra el mundo, el de normalizar la guerra en lugar de asumir la paz como el deber de nuestro estado natural.

Paralelamente, Estados Unidos ha desplegado buques, submarinos y aviones de combate en mares del Caribe y en territorio puertorriqueño. El pretexto es combatir el trasiego de droga que se da en esa región, a pesar de que se deja abierta otra gran ruta, la del mar Pacífico. Pero, como dije, es un pretexto; lo cierto es que su objetivo es derrocar el gobierno de Nicolás Maduro.

La duda es cuándo y qué táctica utilizará. Si ya hizo ese despliegue de fuerzas armadas, lo lógico es que sea dentro de poco, para realizar una operación quirúrgica y de esta forma detener al dictador, quien está acusado por el gobierno estadounidense de terrorista, por liderar el Cártel de los Soles.

Por si fuera poco, la guerra arancelaria que emprendió el gobierno de Donald Trump ha generado zozobra sobre el rumbo de la economía global y el desarrollo social en su conjunto. Impuestos desproporcionados a diestra y siniestra han tensado las relaciones internacionales sobremanera. Ejemplo de ello es el sorpresivo paso que dio México al imponer aranceles de hasta el 50% a múltiples productos provenientes de China. Este movimiento se dio unas semanas antes de que inicien las negociaciones formales del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. La fuerza del dragón no se hizo esperar y mandó mensajes velados de que reaccionará con contundencia hacia las medidas mexicanas.

La ideología de extrema derecha comienza a posicionarse en diversas partes del mundo. ¿Por qué es un problema? Porque su agenda es la de regresar al pasado, hacia un mundo acotado y lleno de nacionalismos, donde las libertades individuales y de minorías pendan de pensamientos conservadores apegados a fundamentalismos religiosos. Si esa derecha radical se impone, más los problemas que planteé en esta columna y múltiples más que dejé fuera, nos llevarán a un nuevo episodio oscurantista dentro de nuestra historia humana.

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