En una apuesta frontal contra el narcotráfico y el crimen organizado transnacional, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos pusieron en marcha un programa intensivo de entrenamiento para agentes mexicanos.
El objetivo: Formar células especializadas capaces de atacar desde adentro las redes operativas y financieras de los cárteles de la droga mexicanos, llevando el combate al territorio local de estos grupos delincuenciales.
Dicho programa es coordinado por la unidad TOC-Oeste del FBI y cuenta con la participación del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) y de los Boinas Verdes del 7.º Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense.
Según información oficial, estos comandos han comenzado a capacitar a personal de seguridad mexicano en técnicas de investigación criminal, inteligencia táctica y uso de tecnología para interrumpir operaciones del narcotráfico en su fase logística y territorial.
La expectativa es que estas tácticas, adaptadas al contexto mexicano, contribuyan a reducir la violencia derivada de disputas territoriales entre grupos como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), designados como organizaciones terroristas por el gobierno de Donald Trump.

Inteligencia financiera y entrenamiento militar: La fórmula de EU para enfrentar al narco
La capacitación incluye módulos prácticos en vigilancia encubierta, extracción de datos forenses, análisis financiero y neutralización de operaciones, con el objetivo de atacar toda la estructura de estas organizaciones criminales, en especial a sus principales actores como:
- Líderes y principales operadores.
- Personas que blanquean dinero en nombre de estos líderes.
- Jefes de “seguridad” y “sicarios”.
- Autores y facilitadores de delitos violentos.
- Traficantes y proveedores de fentanilo.
La idea es investigar delitos como el narcotráfico internacional a gran escala, lavado de dinero y crímenes violentos como secuestros, extorsiones y homicidios.
Habilidades de supervivencia y ejercicios de combate
Parte del entrenamiento para los agentes mexicanos incluye un repaso por las habilidades cruciales que pueden salvarles la vida en el trabajo, los cuales se ven durante los ejercicios en terreno, basándose en lecciones aprendidas en combate.
Además, cada miembro del equipo recibe un botiquín como parte de las enseñanzas sobre la atención médica bajo fuego. Esto tiene la finalidad de que los equipos puedan mantener con vida a las personas heridas hasta que puedan ser atendidas por un médico o en un hospital.

Los ejercicios también abarcan los fundamentos de la seguridad con armas de fuego, la puntería y el desarrollo de buenos instintos para tomar decisiones inteligentes en segundos, como por ejemplo, cómo reaccionar si alguien inesperadamente saca un arma y empieza a disparar.
Sumado a ello, los elementos aprenden habilidades básicas de combate cuerpo a cuerpo (tanto para ayudarlos a defenderse sin usar un arma, como para capacitarlos para detener más fácilmente a personas que puedan resistirse al arresto).
FBI expande su red de entrenamiento en América Latina
El programa TOC-Oeste del FBI también ha comenzado a entrenar a otras fuerzas extranjeras, incluyendo a agentes latinoamericanos para operaciones contra redes criminales transnacionales, aunque las ubicaciones exactas no han sido divulgadas oficialmente.
Actualmente, el FBI cuenta con seis equipos verificados en Latinoamérica: uno en Colombia, otro en República Dominicana, uno más en Guatemala, otro en Honduras y dos en México. Y está en proceso de añadir un equipo adicional en Panamá.
Al momento de elegir dónde crear nuevos equipos de TOC-Oeste, el FBI toma en cuenta diversos factores, incluyendo la ubicación de las amenazas prioritarias y la asignación de personal, por lo que se está considerando una mayor expansión en otras partes del continente americano.
Esta nueva estrategia llega en un momento clave para México, pues los cárteles han evolucionado más allá del tráfico de drogas.
Hoy controlan rutas de migración, cobran piso a industrias completas, participan en el robo de combustible y hasta se han infiltrado en gobiernos locales, por lo que combatirlos requiere más que fuerza.