Después de que Nuevo León (NL) fue de los estados que mayor inversión captó vinculada al nearshoring, ahora se vislumbra, para 2026, una fase de maduración en la que habrá una evolución hacia un tipo de inversión más selectiva, ampliaciones de capacidad o integración de proveedores y proyectos orientados a sofisticar cadenas de valor, consideró TMF Group.
“El comienzo estuvo marcado por proyectos importantes y esta etapa se caracteriza por su consolidación operativa”, dijo la firma a El Financiero en entrevista por escrito.
Indicó que ven oportunidades en sectores donde ya existe tracción operativa y donde las empresas están entrando en fases más avanzadas de relocalización, tales como la manufactura especializada y aquella que se desarrolla para las industrias automotriz, aeroespacial, de dispositivos médicos y electrónica, y estará ahora acompañada de actividades de mayor valor agregado, como ingeniería, diseño y servicios técnicos asociados.
La firma proveedora global de servicios de cumplimiento agregó que también están considerando se dé un crecimiento sostenido en cadenas de suministro orientadas a logística avanzada, almacenamiento, last-mile y centros de distribución, impulsados por la presión por la integración de operaciones más cercana a Estados Unidos.
Asimismo, otro sector fuerte es el de servicios corporativos: centros administrativos, compliance, finanzas compartidas y de funciones de soporte que buscan operar en jurisdicciones cercanas a Estados Unidos.
“La tendencia es hacia operaciones complejas y diversificadas, con inversiones que no se limitan a la producción, sino a todo el ecosistema, permitiendo escalar y sostener operaciones regionales”, refirió.
TMF Group señaló que entre los estados clave está NL, por ser uno de los principales receptores de Inversión Extranjera Directa; Chihuahua, que es favorecido por su ubicación fronteriza y su papel relevante en las exportaciones manufactureras a EU, y Guanajuato, que sigue mostrando condiciones para hacer crecer al sector automotriz.
Indicó que los factores que impulsarán el nearshoring son: la disponibilidad de talento especializado, una infraestructura logística confiable, tiempos de implementación más cortos y marcos regulatorios sectoriales que permitan escalar operaciones sin generar fricciones.
En tanto, los factores que podrían frenar el proceso no necesariamente son nuevos, pero sí se vuelven más relevantes en esta fase, tales como las limitaciones en infraestructura energética o de transporte, las brechas de habilidades técnicas y los procesos administrativos lentos para la instalación de operaciones, agregó.
“Una empresa que evalúa una relocalización busca certidumbre operativa en el largo plazo. Esa será la variable determinante para que esta etapa avance con mayor velocidad”, enfatizó la firma.




